viernes, 21 de octubre de 2011

El comienzo del fin de ETA

Ayer recibimos la buena noticia del abandono de la "lucha armada" por parte de ETA, la asociación terrorista que más ha traído de cabeza a los Españoles.

Inicialmente la sensación fue de alivio, de una losa que se quita de encima.
Dos motivos para el alivio:
1. El cese de la amenaza de muerte y la extorsión económica. No por mí, que jamás me han amenazado ni me he sentido en riesgo, aunque sí intimidado cuando he estado en ciertas zonas del País Vasco, sino por la sociedad vasca amenazada.
2. La eliminación del terrorismo de la discusión política en toda España en general y en el País Vasco en particular.

Una vez asentada la noticia, y al ver en qué consistía el comunicado de ETA, el primer motivo de alivio pervive. Sin embargo el segundo se ha desvanecido.

ETA no desaparece. Tampoco va a desaparecer del debate político. Nos quedan muchos años para que el concepto que ETA consiguió que se inculcase en parte de la sociedad (Vasca y Española) de que eran soldados al servicio de su patria se elimine completamente (concepto que no se sostiene si se considera que el 95% de los asesinados por ETA ha sido después de la amnistía de 1977).

Con Bildu en las instituciones políticas, formación generada para dar cabida a las personas que así piensan, nos quedan años de reivindicaciones injustas por parte de los pro-terroristas.
Se desconoce el nivel de implicación del gobierno actual de José Luis Rodríguez Zapatero en favorecer la presencia de Bildu en las insituciones políticas.
Probablemente la desactivación de ETA se habría producido también, pero no podemos saber cuándo. Es positivo que sea cuanto antes y es pronto para valorar si verdaderamente no va a pagarse demasiado precio político por la desaparición de ETA ¿cuánto es demasiado?. En mi opinión demasiado es no tratar a los asesinos como tales.

Ha comentado un representante de las víctimas del terrorismo que les decepciona que ETA no desaparezca, no entregue las armas y no pida perdón. El pedir perdón ciertamente tiene un efecto balsámico. Hace que sea más tolerable el que el asesino siga viviendo ileso mientras que su víctima no viva o esté herida.
Dicho esto, víctimas de ETA, no os preocupéis: es lo mejor.
La falta de arrepentimiento únicamente hace más fuerte la determinación de seguir persiguiéndoles, encarcelarles y no dejarles mostrarse políticamente, y apaciguará en el futuro las tentaciones de legitimar sus acciones retroactivamente.

Es un día para celebrar el comienzo del fin de ETA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario