jueves, 19 de marzo de 2020

Coronavirus y su gestión en España

Quizá haya llegado el momento de asumir que en España tenemos una sanidad lenta + cara = mala. A lo mejor tenemos que dejar de regodearnos cada vez que un político habla de "la mejor sanidad del mundo". Lo mismo dicen en Alemania de la suya, por cierto, y seguro que en muchos otros sitios.

La falta de mascarillas en el sector sanitario no es más que un síntoma de sus déficits de gestión.
Algunos miembros del gobierno tienen tentaciones de aprovechar esta crisis para reestructurar España y, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid hacer nacionalizaciones arbitrarias. Lamentable. También hay intentos de hacer política con antelación, para forzar decisiones una vez que se haya pasado la infección: el Presidente llamando a hacer presupuestos de recuperación y en favor de "lo público". ¿Eso qué significa? ¿Deben prohibirse de repente los colegios concertados? ¿Contagian más? Además, anuncios de "incautaciones" ficticias que no son nada productivos (resulta que no era una incautación porque la empresa se opusiese, sino mascarillas que iban a ir al sistema andaluz y utilizará el gobierno en otros sitios).

Debe dejarse que los importadores de material suban precio, porque las mascarillas en el mercado internacional están subiendo. Nadie quiere ser acusado de codicioso en esta crisis, ni irse a la ruina.
Las fachorradas no conducen a nada y empeoran el problema al impedir que cada uno aporte lo que mejor sabe hacer. Sólo hay que fijar un criterio.

PD. Soluciones imaginativas como la producción de mascarillas en imprenta italiana, deben ser bienvenidas, pero para poder usarlas la gente tiene que aceptar que es mejor una mascarilla de papel que ninguna.