sábado, 3 de diciembre de 2011

Lo importante no es que el gato sea blanco o negro, sino que cace ratones.


Esta es una frase que hace uno o dos meses utilizó Felipe González en un congreso, pero que es originaria de Deng Xiaoping. Intentaba reflejar la necesidad de pragmatismo en la China comunista de Mao, donde la gente se moría de hambre por la confiscación de la producción, lo que consecuentemente llevó a la falta de cultivo.
Esta actitud le costó el destierro y casi la vida, aunque luego consiguió volver a la primera línea y ser el reformista del sistema económico chino.


Lo paradójico es que venga a tener que usar un político español del s. XXI una frase de un exlíder comunista (que a pesar de ser pragmático fue un dictador)... precisamente para criticar cierta ideología presente en parte de su propio partido... Una parodia de sí mismo.

También tiene relación con lo que dijo Toxo el de CCOO hace menos de una semana, cuando le preguntaban por su moderada postura ante las entrevistas con Rajoy vino a responder algo parecido a "En invierno hace frío en la calle"...
Lo lamentable es que todos los inviernos hace frío, también a principios de los 2000 cuando "el milagro español" y con un paro mayor del 10-12%
Resulta que estos sólo lo ven cuando es demasiado tarde. Mientras se dedican a hacer demagogia y sugerir falsedades.


Por todo esto, como ya he dicho otras veces, o el PSOE cambia de línea argumental o se va a acabar diluyendo, porque mira que la realidad es tozuda, y para prometer irrealidades ya hay otros partidos.
Mientras Bono va diciendo que hay que pensar en la grande, como si los pactos con los nacionalistas fuesen el principal problema... El PSOE debería ser una alternativa de voto real y no la cosa extraña e inconsitente que es ahora mismo, gracias a la ingenuidad ideológica que ha reflejado Zapatero por todos sus poros, ideología en la que indirectamente nos han educado a una generación entera, propia de niños bien post-dictadura y post-tercer-mundo.
Esto no le resta mérito a las cosas que haya podido hacer bien, pero cuando te lleva a defender la lucha de clases... creo que sí resta credibilidad al conjunto de su gobernanza. Por suerte para ellos, esa visión no creo que sea compartida por todos los miembros de su partido. 


Según alguien comentaba el otro día, cuando las cosas estaban fatal en Argentina (el corralito de 2001, con más del 50% por debajo del umbral de la pobreza, paro del 23-25% e inflacción por encima del 40%), alguien escribió en una pared "No queremos más realidades, queremos promesas".
Es una gran frase, inevitable cuando ya es demasiado tarde para los remedios. Finalmente consiguieron arreglarlo volviendo a hacer las cosas bien, pero pagaron las consecuencias.

Espero que en España no llegemos a tener que desear cuentos. Significaría que la realidad se ha ido a pique.